“En México resolvemos los mexicanos”: Sheinbaum rechaza fuerzas binacionales y defiende soberanía

En un mensaje que refuerza la tradición diplomática y el principio de soberanía nacional, la mandataria Claudia Sheinbaum respondió con firmeza a las propuestas de sectores conservadores que han planteado la creación de fuerzas binacionales para atender problemas de seguridad en México. Durante su intervención, Sheinbaum calificó dichas iniciativas como actos propios de "vende patrias" y reiteró que los desafíos internos deben resolverse exclusivamente por los mexicanos.
La declaración de la presidenta surge en un contexto donde algunas voces de la oposición han sugerido recurrir a la cooperación militar internacional, particularmente con Estados Unidos, para enfrentar fenómenos como el crimen organizado. Sin embargo, Sheinbaum fue enfática al señalar que recurrir a apoyos externos para resolver asuntos nacionales ha sido una constante histórica de los sectores conservadores, recordando declaraciones recientes de figuras vinculadas al PRIAN, quienes propusieron la conformación de fuerzas binacionales como estrategia de seguridad.
La mandataria subrayó que México mantiene una política exterior basada en el respeto mutuo y la no intervención, principios consagrados en la Constitución. "Con Estados Unidos y con todos los países tenemos buena relación", afirmó, matizando que, salvo excepciones como el reciente conflicto diplomático con Ecuador, la postura del país es de cooperación sin ceder soberanía.
Este posicionamiento reafirma la línea del gobierno actual en defensa de la autonomía para enfrentar sus propios retos, evitando cualquier intromisión que pueda comprometer la integridad nacional. Al tiempo que se destaca la buena relación con diversas naciones, el mensaje de Sheinbaum apunta a cerrar la puerta a cualquier intento de injerencia bajo el argumento de colaboración en materia de seguridad.
En un escenario global donde la cooperación internacional es clave, las palabras de la presidenta invitan a reflexionar sobre los límites entre la colaboración y la dependencia, recordando que la política exterior mexicana se sustenta en principios históricos que buscan preservar la autodeterminación frente a presiones externas.