Sheinbaum anticipa “muy buena relación” con el nuevo embajador de Estados Unidos, Ronald Johnson

La presidenta Claudia Sheinbaum calificó como “muy cordial” su primer encuentro oficial con el embajador de Estados Unidos en México, Ronald Johnson, con quien sostuvo una reunión privada este domingo tras la entrega formal de cartas credenciales. El encuentro marca el inicio de una nueva etapa en la relación bilateral, en un contexto de alta sensibilidad en temas de seguridad, migración y comercio.
Durante su conferencia matutina de este lunes, la mandataria subrayó que la conversación se centró en la necesidad de mantener una comunicación permanente y una coordinación efectiva entre ambas administraciones. “Hablamos de algunos temas como el comercial, migración, seguridad y cómo queremos mantener esta buena coordinación”, expresó Sheinbaum. Además, destacó el tono respetuoso del diplomático y el reconocimiento que expresó hacia el trabajo del gabinete mexicano.
La presidenta también mencionó que ella y su equipo ofrecieron un recorrido por Palacio Nacional al embajador y su esposa, como parte del gesto diplomático de bienvenida. “Creo que va a ser una muy buena relación entre el embajador y el gobierno”, añadió.
La llegada de Ronald Johnson como representante de Washington en México ocurre en un momento clave, con múltiples frentes abiertos en la relación bilateral. Desde el combate al tráfico de fentanilo y armas, hasta la cooperación migratoria y la implementación de acuerdos comerciales en el marco del T-MEC, la interlocución con la Casa Blanca será decisiva para la política exterior del gobierno mexicano.
Aunque Johnson aún no ha detallado públicamente su agenda diplomática, el respaldo expresado por Sheinbaum deja entrever una voluntad política de mantener la estabilidad y fortalecer los canales de diálogo, incluso en temas complejos. En los próximos meses, se espera que ambos gobiernos aborden asuntos como la seguridad fronteriza, los flujos migratorios irregulares, la supervisión del cumplimiento de compromisos laborales en el marco del tratado comercial y los procesos judiciales transfronterizos.
El tono optimista de la presidenta mexicana busca enviar una señal de continuidad en la cooperación bilateral, aunque también marca el inicio de una nueva fase diplomática que se definirá no solo por gestos simbólicos, sino por resultados concretos en los ejes estratégicos compartidos.