La filtración de un presunto audio que revela una conversación entre el senador Javier Corral Jurado y el líder del Senado, Adán Augusto López Hernández, agitó ayer los escenarios políticos en Chihuahua y a nivel nacional, encendiendo los llamados "war rooms" de todos los bandos. El material, que circula ampliamente en redes, sugiere que ambos habrían discutido una estrategia mediática para revivir el caso de las presas ilegales en el rancho El Saucito, propiedad de César Duarte, con el fin de socavar posibles intentos de retorno político del exgobernador.

Aunque hasta el momento no se ha confirmado la autenticidad del audio ni ha habido deslinde oficial por parte de los involucrados, su contenido ha generado un terremoto en el entorno político local. En la grabación se escucha supuestamente a Corral plantear a López que, aunque jurídicamente la concesión de agua en cuestión es válida, se podría articular un escándalo mediático en colaboración con CONAGUA, utilizando un estudio técnico impulsado por Juan Carlos Loera.

El trasfondo político no es menor. Según la misma conversación, el interés de Javier Corral estaría en apuntalar la candidatura de Andrea Chávez a la gubernatura en 2027, neutralizando cualquier resurgimiento de Duarte o de actores vinculados a su administración. "Duarte no puede volver al escenario político", se escucha afirmar a Javier Corral.

Sin embargo, más allá del contenido de la charla, lo que inquieta a los círculos políticos es el momento y la intención detrás de la filtración. Distintos analistas y operadores ven en este episodio un ataque dirigido desde el centro para debilitar el proyecto político de Adán Augusto en Chihuahua, en un contexto donde las lealtades internas de Morena se encuentran cada vez más fragmentadas.

Algunos observadores apuntan a que esta operación mediática, potenciada con herramientas de inteligencia artificial, busca sembrar desconfianza y desestabilizar el tablero local. La autoría del mensaje, según fuentes bien informadas, no parece provenir de los entornos de Duarte, sino más bien de adversarios dentro de la propia 4T que ven en el grupo de López un obstáculo para sus propios proyectos.

El episodio pone en evidencia que la guerra interna en Morena ha entrado en una fase más agresiva, donde la desinformación y las campañas de desgaste serán moneda corriente en la carrera hacia 2027. La alianza de conveniencia que algunos actores han tejido en Chihuahua bajo el lema "el enemigo de mi enemigo es mi amigo" está mostrando ya sus grietas más profundas.

El daño político ya está hecho. Sin necesidad de consecuencias jurídicas, la narrativa de un nuevo enfrentamiento Corral-Duarte se instala en la conversación pública. Al mismo tiempo, la estructura de Adán Augusto queda bajo fuego cruzado. El uso de este tipo de recursos anticipa que la contienda por la gubernatura de Chihuahua y el control de la capital será una de las más encarnizadas del próximo ciclo electoral. Además actores políticos que actualmente se encuentran bajo el cobijo de la 4T que serán alcanzados por sus vínculos del pasado. La incertidumbre crece: la guerra informativa apenas comienza y no todos los actores locales están preparados para el nivel de confrontación que se avecina.