

En un esfuerzo por acercar los servicios médicos a los sectores más vulnerables de la población, el Gobierno federal presentó el programa “Salud Casa por Casa”, una estrategia de atención preventiva enfocada en personas adultas mayores y con discapacidad, con el objetivo de detectar a tiempo condiciones que requieran tratamiento, evitar complicaciones y mejorar su calidad de vida.
Durante la conferencia matutina de este miércoles, el titular de la Secretaría de Salud, David Kershenobich Stalnikowitz, explicó que el programa se basa en visitas domiciliarias realizadas por personal médico capacitado. Estas visitas incluyen procedimientos básicos, como curaciones, control de enfermedades crónicas, y orientación tanto al paciente como a sus familiares sobre cuidados específicos según cada caso.
“Se trata de detectar en fase temprana si existe alguna alteración que amerite tratamiento. Si se requiere, se pueden hacer procedimientos básicos y se dará acompañamiento continuo a los enfermos crónicos”, puntualizó Kershenobich.
Por su parte, la secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel, indicó que más de 20 mil profesionales de la salud—entre médicos y enfermeras—participarán activamente en la ejecución de esta política, atendiendo a más de 14 mil personas en la primera etapa. De acuerdo con Montiel, los equipos se están desplegando en todo el país, como parte de una red coordinada entre el sector salud y el bienestar social.
A esta iniciativa se suma el uso de un censo actualizado que ha permitido a los Servidores de la Nación visitar ya a más de 8.7 millones de adultos mayores y personas con discapacidad, generando una base de datos robusta para orientar las acciones del programa.
“Es una estrategia de prevención, atención y seguimiento en el primer nivel de atención. Ya hay médicos caminando en las calles, casa por casa, porque nadie debe quedarse sin acceso a los servicios de salud por razones geográficas, económicas o de movilidad”, enfatizó Montiel.
“Salud Casa por Casa” representa un giro hacia un modelo de salud proactivo, con énfasis en el territorio y en la personalización del cuidado, en contraste con la lógica tradicional centrada en la atención reactiva desde hospitales o clínicas. En este esquema, el bienestar de las personas en situación de dependencia no solo se aborda médicamente, sino también desde una perspectiva de derechos y dignidad.
La administración ha asegurado que este tipo de intervenciones buscan consolidar un sistema nacional de salud más inclusivo, equitativo y preventivo, con capacidad de respuesta desde el entorno más inmediato de la ciudadanía: su propio hogar.