

La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó este lunes que no acudirá personalmente al Congreso de la Unión para entregar su primer informe de gobierno, como lo marca el protocolo constitucional, y en su lugar será la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, quien lo lleve a la Cámara de Diputados. La mandataria subrayó que esta decisión responde a un formato ya establecido en administraciones anteriores, al tiempo que anunció la realización de un acto paralelo donde dará a conocer personalmente su balance del primer año de gestión.
“Vamos a hacer el informe. Por supuesto que es constitucional llevar el informe al Congreso, lo llevará la secretaria de Gobernación y haremos aparte nuestro informe, que ya estamos preparando”, explicó Sheinbaum durante su conferencia matutina.
Respecto a la toma de protesta de los nuevos integrantes del Poder Judicial, que se llevará a cabo el próximo 1 de septiembre, la jefa del Ejecutivo federal indicó que analiza su posible asistencia, aunque dependerá de una invitación formal. “Depende si nos invitan a la toma de protesta. Nos da mucho gusto que el 1 de septiembre sea histórico”, comentó.
La fecha en cuestión será simbólica no solo por el informe presidencial, sino por la entrada en funciones del nuevo cuerpo judicial elegido por voto popular, como resultado de la reforma al Poder Judicial impulsada por el Ejecutivo y avalada por el Congreso.
Con esta postura, Sheinbaum refuerza la narrativa de continuidad institucional con un sello propio, manteniendo la tradición de entregar el informe por conducto del gabinete, pero preparando al mismo tiempo un mensaje directo a la ciudadanía, con énfasis en los logros y prioridades de su administración. La potencial asistencia a la ceremonia del Poder Judicial marcaría un gesto de legitimación política hacia una de las reformas más controvertidas de su gobierno.