

La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que la reciente implementación de aranceles a productos provenientes de países sin tratado comercial con México no tiene como objetivo generar enemistades, sino proteger la industria nacional y los empleos mexicanos. En ese sentido, confirmó que su gobierno ya sostiene un diálogo abierto con naciones como China, Corea del Sur y Vietnam, a fin de evitar tensiones y mantener relaciones comerciales sanas.
“No queremos enemistad con ningún país, sino que sencillamente son decisiones que se toman en acuerdo con distintos sectores empresariales o industriales en nuestro país, desde pequeños hasta grandes, para fortalecer el empleo y el desarrollo de México”, expresó durante su conferencia matutina.
La mandataria enfatizó que los aranceles forman parte de una estrategia coordinada con el sector productivo nacional, y no deben ser interpretados como un acto hostil hacia otros gobiernos. Reiteró que su administración actúa en defensa del interés nacional y en congruencia con el Plan México, enfocado en reindustrializar el país y sustituir importaciones.
Sheinbaum recalcó que México mantiene una política exterior de respeto y apertura, basada en el diálogo y la cooperación, por lo que ha entablado comunicación con los países afectados para explicar los objetivos de la nueva política arancelaria y evitar malentendidos.
Con estas declaraciones, la presidenta busca calmar cualquier inquietud internacional generada por la reforma a la ley arancelaria, aprobada recientemente en el Senado, la cual permite aplicar tarifas a productos de naciones con las que no se tienen acuerdos comerciales, como medida para equilibrar las condiciones de competencia frente a un contexto global cada vez más complejo.










