

México no solo será sede de encuentros deportivos durante la Copa del Mundo 2026, también se convertirá en un escenario cultural de talla internacional. Así lo aseguró la secretaria de Cultura, Claudia Curiel, al presentar un ambicioso programa que busca posicionar al país como una potencia cultural ante los millones de visitantes que se espera arriben durante el evento.
Curiel enfatizó que la estrategia busca mostrar al mundo el patrimonio histórico, artístico y cultural de México a través de una oferta integral que conecte el pasado con el presente, lo ancestral con lo contemporáneo, y que permita redescubrir la diversidad y grandeza del país.
Entre las principales acciones anunciadas, se encuentra la mejora de 12 museos emblemáticos operados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), así como la rehabilitación de 46 zonas arqueológicas, con énfasis en la restauración de sus juegos de pelota, en sintonía con el espíritu del Mundial.
Algunos de los espacios que recibirán atención prioritaria son Guachimontones en Jalisco, Boca de Potrerillos en Nuevo León, y Teotihuacán en el Estado de México, además de recintos clave como el Museo Nacional de Antropología, el Castillo de Chapultepec y el Templo Mayor en la Ciudad de México.
En el norte del país, se contempla también la revitalización del Museo Regional de Guadalajara y el Ex Obispado de Monterrey, dos espacios que forman parte del legado cultural e histórico de sus respectivas regiones.
“México es mucho más que fútbol. Somos cultura, historia, arte y tradición. Este Mundial será una ventana para que el mundo conozca nuestro patrimonio vivo y edificado”, afirmó Curiel, quien agregó que las actividades culturales no solo estarán en museos y zonas arqueológicas, sino también en espacios públicos y comunidades, buscando una experiencia incluyente y descentralizada.
El programa se inscribe dentro del “Mundial Social México 2026”, una iniciativa interinstitucional que tiene como objetivo ampliar los beneficios del torneo a todos los rincones del país, convirtiendo a la cultura, la educación, el deporte y la inclusión en ejes fundamentales del legado que dejará el evento.









