El estado de Chihuahua ha experimentado una suspensión de clases inesperada en medio de un paro de trabajadores de la educación. La secretaria de Educación y Deporte de Chihuahua, Sandra Elena Gutiérrez, se reunió con jefes de sector el domingo para dar instrucciones sobre las clases normales que debían llevarse a cabo el lunes, ya que no se había emitido una suspensión oficial. La instrucción era que los directivos y docentes debían atender de manera regular a los alumnos y cumplir el calendario escolar.

Sin embargo, en un giro inesperado, las escuelas comenzaron a enviar a los padres de familia el aviso de la suspensión de actividades el domingo por la noche, después de que inicialmente se les hubiera informado que las clases se llevarían a cabo. Esto llevó a la confusión entre los padres y madres de familia.

En medio de este escenario, algunas escuelas en el norte de la ciudad de Chihuahua decidieron unirse al paro de trabajadores de la educación. Escuelas como la primaria José Marti y María Curie suspendieron sus actividades. La plantilla docente se encuentra en el centro escolar y planea enviar información a los padres y madres de familia a través de una plataforma de comunicación.

Además, la escuela primaria Federal José Martínez Estrada, ubicada en la Colonia Nombre de Dios, también se unió al paro.

La reunión con la estructura de la Secretaría de Educación y Deporte de Chihuahua también abordó la posibilidad de imponer sanciones a los trabajadores de la educación que participen en el paro. No obstante, la instrucción es que estas sanciones parezcan ser una exigencia de los padres de familia que se oponen a los libros de texto gratuitos.

Cabe destacar que, según el artículo 3 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los planteles educativos son fundamentales para el proceso de enseñanza-aprendizaje, y el Estado debe garantizar que los materiales didácticos, la infraestructura educativa, su mantenimiento y las condiciones del entorno sean idóneos y contribuyan a los fines de la educación.

Esta situación ha generado incertidumbre y preocupación entre la comunidad educativa en Chihuahua y plantea interrogantes sobre el futuro de las clases en la región.