Un grupo de normalistas encapuchados de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa irrumpió en Palacio Nacional durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Los manifestantes lanzaron petardos contra el acceso a Palacio Nacional en la calle de Moneda y colocaron diversos objetos debajo de la puerta para forzar su apertura, logrando impactar una camioneta de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Una vez dentro, los manifestantes fueron replegados por la Policía Militar, que colocó vallas para blindar el Salón Tesorería, donde se realiza la conferencia matutina del presidente López Obrador. Posteriormente, llegaron policías capitalinos para sacar a los normalistas de la sede del Ejecutivo.

Este incidente ocurrió en el marco del décimo aniversario de la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa. El presidente López Obrador indicó que los normalistas serían atendidos por Félix Arturo Medina Padilla, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración.

El mandatario acusó a los padres y madres de los estudiantes desaparecidos de hacer caso omiso del informe que él les envió por consejo de sus abogados, a quienes señaló de impedir un diálogo directo.

López Obrador se mostró abierto a reunirse con los familiares de los 43 normalistas desaparecidos y condenó los actos vandálicos ocurridos en sedes gubernamentales como la Secretaría de Gobernación, el Senado de la República y la Lotería Nacional.

El presidente calificó el incidente como un "plan de provocación clarísimo" y aseguró que no caerán en la violencia ni en la represión. Respecto al daño en la puerta de Palacio Nacional, anunció que se mandará a arreglar sin que el hecho escale.