Reconocimiento internacional a la policía de Chihuahua contrasta con alarmante aumento de corrupción y percepción de inseguridad

La Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) de Chihuahua fue galardonada con el “Premio a la Mejor Implementación de Inteligencia Artificial en la Policía” en la World Police Summit 2025, celebrada en Dubái. El reconocimiento posiciona a la corporación chihuahuense como la primera del país en ser premiada por el foro organizado por la Policía de Dubái, bajo el patrocinio del jeque Mohammed Bin Rashid Al Maktoum. La distinción fue otorgada por la integración de herramientas tecnológicas como videovigilancia en tiempo real, aeronaves no tripuladas y analítica avanzada para mejorar la prevención del delito y la operación táctica.
Sin embargo, el galardón internacional contrasta de forma significativa con los datos duros sobre corrupción y violencia registrados a nivel local, que debilitan el discurso de éxito institucional promovido por el gobierno de María Eugenia Campos Galván y su secretario de Seguridad Pública, Gilberto Loya Chávez.
De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental 2023 (ENCIG), realizada por el INEGI, Chihuahua se posicionó como la entidad con la mayor tasa de víctimas de corrupción del país. En 2021, la tasa era de 10,383 víctimas por cada 100 mil habitantes. Para 2023, la cifra se elevó a 21,891, un aumento del 111 %, mientras que la media nacional se redujo en un 11 %.
Asimismo, la tasa de incidencia de actos de corrupción en trámites con servidores públicos se duplicó en el mismo periodo: de 15,368 a 31,904 por cada 100 mil habitantes, un incremento del 107 %. Esta situación coincide con una narrativa oficial que ha minimizado los procesos judiciales anticorrupción impulsados en el sexenio anterior, especialmente los relacionados con el caso César Duarte, y ha estado acompañada por una ofensiva política contra quienes encabezaron esas investigaciones.
En el ámbito de la violencia, si bien el gobierno estatal destaca una reducción del 19 % en homicidios desde el inicio de la administración, las cifras federales presentadas en la Conferencia Matutina de la Presidencia muestran que Chihuahua se mantiene como la cuarta entidad con más homicidios dolosos del país, con 589 asesinatos registrados en los primeros cuatro meses de 2025, es decir, un promedio de 4.43 diarios. La cifra representa el 6.7 % del total nacional y evidencia que, aunque hay una tendencia a la baja, la entidad sigue siendo una de las más violentas del país.
La implementación de inteligencia artificial, considerada por la SSPE como un hito en modernización y eficiencia, no ha logrado revertir los problemas estructurales que enfrenta la seguridad en Chihuahua: altos índices de corrupción, baja confianza ciudadana y una percepción de impunidad arraigada. En 2023, el 84 % de la población adulta en el estado percibió la corrupción como “frecuente” o “muy frecuente”, según la misma encuesta del INEGI.
Además, la creciente dificultad para realizar trámites públicos —reportada por el 44.4 % de los ciudadanos en 2023, frente al 27.4 % en 2021— apunta a una degradación de la experiencia del usuario frente a la administración estatal, en la que la digitalización aún no resuelve los cuellos de botella más elementales ni elimina los incentivos a la corrupción cotidiana.
El reconocimiento recibido en Dubái es, sin duda, un logro simbólico en términos de innovación y visibilidad internacional. No obstante, su valor práctico es cuestionable si no se acompaña de resultados sostenidos en terreno, especialmente en la mejora de la relación entre ciudadanía y gobierno.
La brecha entre el discurso institucional y la experiencia cotidiana de los chihuahuenses sigue siendo amplia. La inteligencia artificial puede ser una herramienta poderosa, pero no sustituye la voluntad política para erradicar prácticas corruptas, garantizar justicia efectiva y construir una cultura de servicio público basada en la integridad. Mientras esa transformación no se concrete, los premios seguirán llegando a las vitrinas, pero no necesariamente a las calles.