

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, se reunirán este viernes en la base aérea Elmendorf-Richardson, en Anchorage, Alaska, para su primer cara a cara desde 2019. El encuentro, centrado oficialmente en la guerra de Ucrania, llega acompañado de un marcado simbolismo histórico y una fuerte oposición local a la visita del mandatario ruso.
Trump celebró que la delegación rusa incluya figuras clave del sector económico, pero advirtió que cualquier conversación sobre negocios estará supeditada a un avance en el camino hacia la paz. “Quiero hablar de negocios, pero para que eso suceda primero tenemos que resolver lo peor”, dijo desde el Air Force One rumbo a Anchorage, en referencia a la necesidad de un acuerdo en Ucrania. El mandatario estadounidense aseguró que, si Putin no se compromete con un alto el fuego, enfrentará más sanciones económicas, recordando que ya ha impuesto medidas a países que comercian con Moscú, como India, por la compra de petróleo ruso.
Por su parte, Putin llegará acompañado de ministros y asesores económicos, buscando reactivar vínculos comerciales en un contexto de sanciones internacionales y presión financiera interna. El Kremlin ha destacado que esta será la primera vez que un presidente ruso pise Alaska, antiguo territorio del imperio zarista hasta su venta a Estados Unidos en 1867.
La cita no solo ha despertado expectativas diplomáticas, sino también rechazo. Alrededor de 500 manifestantes se congregaron en Anchorage con banderas de Ucrania y mensajes contra la presencia de Putin, a quien acusan de crímenes de guerra. “No queremos criminales de guerra en Alaska”, expresó una de las asistentes, Rachel Coney, mientras otros reprochaban a Trump buscar rédito político y el Premio Nobel de la Paz sin, a su juicio, priorizar los intereses de los ucranianos.
El encuentro, previsto para las 19:30 GMT, será seguido de cerca por la comunidad internacional. Trump busca al menos un alto el fuego que abra la puerta a un acuerdo en el que participe el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, mientras Moscú ha llamado a “no anticiparse a los acontecimientos” y ha dejado entrever que espera recibir a Trump en Rusia tras la cumbre.