Sheinbaum llama a migrantes a presionar al Senado de EE.UU. contra impuesto a remesas: “No al gravamen injusto”

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, reiteró su firme rechazo al impuesto del 3.5% a las remesas que se propone en el Congreso de Estados Unidos, e hizo un llamado directo a los migrantes mexicanos a movilizarse y presionar al Senado estadounidense para frenar esta medida, que calificó como injusta y violatoria de tratados internacionales.
Desde Palacio Nacional, Sheinbaum insistió en que el cobro de este gravamen afectaría de forma directa a millones de familias mexicanas, y se traduciría en un castigo económico a quienes más aportan desde el exterior. “No al impuesto a las remesas”, sentenció la mandataria al reiterar que los envíos de dinero desde Estados Unidos son un sostén fundamental de la economía mexicana, representando casi el 4% del PIB y con un récord histórico de 64 mil 745 millones de dólares en 2024.
“Invitamos a nuestros paisanos y paisanas a que envíen mensajes por redes sociales, correos electrónicos o cartas a los senadores estadounidenses para que voten en contra del impuesto. Esta propuesta aún debe pasar por el Senado, y ahí se puede detener”, explicó Sheinbaum, al confirmar que la estrategia de defensa del gobierno mexicano continuará en los próximos días con una segunda misión diplomática a Washington, integrada por representantes de diversas instituciones.
La presidenta reconoció que la votación en la Cámara de Representantes fue sumamente cerrada (215-214), reflejando el alto grado de polarización que ha generado el tema. El impuesto fue incluido dentro del paquete legislativo denominado “El gran y hermoso proyecto de ley”, promovido por el presidente Donald Trump, y que ha recibido críticas incluso dentro de su propio partido por sus implicaciones fiscales y sociales.
Para México, el intento de gravar las remesas constituye una violación al tratado bilateral contra la doble tributación firmado en 1994, además de ser, en palabras del gobierno federal, una “medida profundamente inhumana” que vulnera el derecho de los migrantes a enviar apoyo económico a sus familias sin ser penalizados por ello.
Sheinbaum confirmó que la defensa seguirá siendo activa y multicanal, con gestiones diplomáticas, cabildeo legislativo y apoyo a las comunidades mexicanas en Estados Unidos para visibilizar el impacto de esta medida y detener su avance en el Senado.
“Vamos a seguir trabajando. Se va otro equipo la semana que viene a hablar con senadores y con nuestra comunidad del otro lado de la frontera. No vamos a permitir que se castigue a nuestros migrantes por su esfuerzo y compromiso con México”, concluyó.
Con esta postura, el gobierno mexicano refuerza su narrativa de defensa soberana, social y económica de sus connacionales en el exterior, apostando por la diplomacia pública y la presión ciudadana internacional para frenar un proyecto que podría tener consecuencias profundas para millones de familias mexicanas.