La diputada morenista Jael Argüelles acusó públicamente a María Eugenia Galván, madre de la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, de haber estado al frente de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coespris) durante la expedición del permiso que permitió operar al crematorio hoy señalado por presuntas irregularidades en Ciudad Juárez, donde fueron encontrados 383 cuerpos sin incinerar.
Durante su intervención, Argüelles precisó que el permiso en cuestión fue emitido en 2016, año que coincide con el inicio de la gestión de Galván al frente de la Coespris, cargo que ocupó hasta 2021. Según la legisladora, esta coincidencia temporal genera un posible conflicto de interés y plantea interrogantes sobre la cadena de autorizaciones institucionales que hoy están bajo sospecha.
“La opacidad en el manejo de este caso ha sido alarmante desde el inicio. Emitir declaraciones oficiales que minimizan los hechos sin presentar pruebas es no solo insensible, sino técnicamente incorrecto”, señaló Argüelles, en alusión a los primeros posicionamientos de autoridades que aseguraban que todos los cuerpos estaban identificados y no se habían cometido delitos.
La diputada cuestionó la veracidad de dichas afirmaciones, al considerar que no han sido respaldadas con documentación ni con peritajes forenses. Además, apuntó que esta postura ha profundizado el dolor de las familias afectadas, quienes ahora temen que las cenizas que les fueron entregadas no correspondan realmente a sus seres queridos.
Argüelles exhortó a la Fiscalía del Estado de Chihuahua a llevar a cabo una investigación sin concesiones, que considere el posible delito de ocultamiento de cadáveres y examine a fondo la red de relaciones institucionales que podrían haber contribuido a encubrir o permitir el funcionamiento irregular del crematorio.
Al mismo tiempo, exigió que la Coespris rinda cuentas de forma inmediata, aclarando su papel en el otorgamiento del permiso y en la supervisión posterior, para devolver la confianza a una ciudadanía hoy golpeada por la desinformación y el escándalo.
Las declaraciones de Argüelles ponen el foco político sobre un caso ya de por sí complejo, en el que se entrelazan tragedia, presuntas negligencias y posibles responsabilidades oficiales aún no dilucidada
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