

En un movimiento que marca un giro significativo en la política exterior argentina, el Gobierno del presidente Javier Milei firmó este lunes una declaración de intención con Estados Unidos para iniciar el proceso de incorporación al Programa de Exención de Visados (Visa Waiver Program). De concluirse con éxito, este acuerdo permitirá que los ciudadanos argentinos puedan viajar por turismo o negocios a EE.UU. sin necesidad de tramitar una visa, lo que consolidaría un hito en la relación bilateral entre ambos países.
La firma se realizó tras una reunión en Buenos Aires entre Milei y la secretaria de Seguridad Nacional estadounidense, Kristi Noem, quien subrayó que Argentina se está convirtiendo en “un aliado aún más fuerte de Estados Unidos” y destacó el compromiso del país sudamericano con los estándares internacionales de seguridad fronteriza. Noem elogió el rumbo tomado por la administración de Milei, aludiendo a una “mayor cooperación” que trasciende la retórica diplomática y se traduce en avances concretos.
El comunicado oficial de la Oficina del Presidente de Argentina confirmó que el ingreso al programa requerirá el cumplimiento de estrictos requisitos técnicos y de seguridad. De lograrse, implicaría un acceso más expedito para millones de ciudadanos argentinos que hoy deben pasar por un proceso consular prolongado y costoso para obtener la visa B1/B2.
“Empezamos el camino para que los argentinos entren a EE.UU. sin visa. Más libertad, más integración, más intercambio”, celebró la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en un mensaje en redes sociales que sintetiza el espíritu liberal del actual Ejecutivo en materia de apertura internacional.
Desde el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. se explicó que el proceso para integrarse al Visa Waiver Program es extenso y exige una cooperación estrecha entre agencias gubernamentales. Sin embargo, la firma de esta declaración de intención representa un compromiso político firme y marca el inicio de un trabajo bilateral que se proyecta a mediano plazo.
Uno de los datos más relevantes, citado por la propia Noem, es que Argentina tiene una de las tasas más bajas de permanencias ilegales en EE.UU. tras la expiración de visados, un indicador clave dentro de los criterios de evaluación del programa. Además, se registró un incremento del 25 % en la llegada de ciudadanos argentinos a territorio estadounidense en los primeros cuatro meses de 2025, en comparación con el mismo periodo del año anterior, lo que confirma la tendencia creciente en los intercambios bilaterales.
Actualmente, 42 países forman parte del programa de exención de visados, incluyendo la mayoría de los miembros de la Unión Europea, así como Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda. En América Latina, Chile es el único país sudamericano en la lista. Argentina formó parte del programa brevemente, hasta ser excluida en 2002 debido a la crisis económica y al aumento de la migración irregular.
El acuerdo impulsado por Milei apunta a revertir esa situación histórica y proyecta un nuevo capítulo en la relación entre Buenos Aires y Washington. No obstante, aún resta un largo proceso técnico y legislativo que incluye auditorías sobre pasaportes electrónicos, cooperación en inteligencia y un nivel aceptable de negación de visas menor al 3 %.
Además, se recordó que, incluso si Argentina es admitida en el programa, los ciudadanos que hayan visitado países como Irán, Corea del Norte, Siria o Cuba después de fechas específicas, seguirán siendo excluidos de la Autorización Electrónica de Viaje (ESTA) y deberán gestionar visas convencionales.
El gesto diplomático evidencia un alineamiento más estrecho con Washington en tiempos de transición global y refuerza la estrategia del gobierno de Javier Milei de presentar a Argentina como un socio confiable en el escenario internacional, con voluntad de integrarse a circuitos de libre tránsito y comercio, bajo criterios de seguridad y cooperación tecnológica.