

La secretaria de Anticorrupción y Buen Gobierno, Raquel Buenrostro, presentó un análisis crítico sobre el extinto Fondo de Desastres Naturales (Fonden), en el que señaló que su operación estuvo marcada por opacidad, burocracia excesiva y múltiples casos de corrupción, lo que impedía una atención efectiva a la población afectada por emergencias.
Buenrostro explicó que el Fonden fue creado en 1996 como un mecanismo presupuestal, pero se transformó en un fideicomiso en 1999, lo que dificultó la fiscalización y transparencia del manejo de recursos. “Los fideicomisos no tenían reglas claras, ni siquiera se sabía cuántos existían. No se publicaban ni se auditaban adecuadamente”, afirmó.
La funcionaria señaló que una de las fallas estructurales más graves era que el fondo únicamente aportaba recursos si los estados o municipios también lo hacían, lo cual dejaba fuera a comunidades con menos capacidad financiera, incluso en situaciones críticas. A esto se sumaron, entre 2000 y 2009, nuevas reglas que lo volvieron excesivamente burocrático, alargando los tiempos de respuesta hasta 120 días después del desastre.
Con este diagnóstico, Buenrostro justificó la necesidad de sustituir al Fonden por un modelo más directo, transparente y ágil que atienda de manera oportuna a la población en situación de emergencia.










