La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, confirmó este lunes que tiene pendiente una conversación con el nuevo primer ministro de Canadá, Mark Carney, con el objetivo de reforzar las relaciones bilaterales en un contexto regional marcado por crecientes tensiones comerciales, tras el anuncio de aranceles por parte del presidente estadounidense Donald Trump.

“En efecto, tenemos pendiente una llamada con el primer ministro de Canadá. No se han podido ajustar las agendas”, señaló la mandataria durante su conferencia matutina en Palacio Nacional. La expectativa es que dicho diálogo no solo permita relanzar la relación México–Canadá tras el relevo en Ottawa, sino también establecer un frente común ante las amenazas proteccionistas de Washington, en especial frente a los sectores del acero, el aluminio y la industria automotriz.

Mark Carney, exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, asumió la jefatura del Ejecutivo canadiense el pasado 14 de marzo, tras la dimisión de Justin Trudeau. A poco más de una semana en el cargo, solicitó la disolución del Parlamento y convocó elecciones anticipadas para el 28 de abril, respaldado por sondeos que proyectan una mayoría parlamentaria para el Partido Liberal. En este contexto, la conversación entre ambos líderes aún no se concreta, aunque Sheinbaum reiteró su disposición al diálogo y su voluntad de preservar la estabilidad del Tratado México–Estados Unidos–Canadá (T-MEC).

Consultada sobre posibles inquietudes del sector empresarial canadiense por la reforma al Poder Judicial mexicano —que incluye la elección popular de jueces y ministros—, Sheinbaum negó que el nuevo embajador de Canadá en México, Cameron MacKay, le haya transmitido preocupación alguna. “No dijo nada de preocupación del sector. No, ¿ya quién va a cuestionar la reforma al Poder Judicial?”, afirmó. Aseguró, además, que el encuentro reciente con el diplomático fue cordial y centrado en la colaboración bilateral.

Desde su llegada a la Presidencia, Claudia Sheinbaum ha apostado por una política exterior basada en la estabilidad regional, sin renunciar a los principios de soberanía. En medio del reacomodo geopolítico tras el regreso de Trump a la Casa Blanca, la mandataria ha subrayado la importancia de preservar el equilibrio trinacional dentro del T-MEC y fortalecer los vínculos con Canadá como socio estratégico, no solo en lo comercial, sino también en temas de inversión, energías limpias y derechos laborales.

La eventual llamada entre Sheinbaum y Carney podría marcar el inicio de una nueva etapa en la relación bilateral, tras años de tensiones discretas durante los últimos tramos del mandato de Trudeau. En un momento donde el panorama comercial norteamericano se torna incierto, ambos gobiernos parecen dispuestos a coordinar posturas y defender espacios comunes de cooperación frente a las políticas económicas disruptivas impulsadas desde Washington.