Claudia Sheinbaum confirmó este jueves que, salvo cambios de último momento, se reunirá con el presidente estadounidense Donald Trump durante su participación en la Cumbre del G7 en Canadá. La mandataria mexicana detalló que se encuentra en espera de la confirmación formal, pero “todo parece indicar” que el encuentro bilateral se llevará a cabo conforme a lo previsto, antes de su regreso a México programado para el próximo martes.

Este será el primer cara a cara entre ambos líderes desde el regreso de Trump a la presidencia, en un contexto marcado por desafíos migratorios, tensiones arancelarias y una reconfiguración geopolítica en el continente. Desde el Palacio Nacional, Sheinbaum adelantó que el eje de su mensaje será insistir en la necesidad de una relación armónica y mutuamente beneficiosa entre México y Estados Unidos.

"Tenemos una integración económica muy grande, somos socios comerciales y compartimos más de tres mil kilómetros de frontera. Hay una relación de familias, cultural y económica que no se puede desconocer", afirmó. Recalcó que la prioridad será subrayar ante Trump que ambos países se benefician más cuando se prioriza el entendimiento, especialmente en temas sensibles como el comercio y la migración.

Sheinbaum sostuvo que las diferencias pueden abordarse mediante el diálogo, sin recurrir a medidas unilaterales como los aranceles, cuya implementación ha demostrado ser perjudicial para ambas economías. “Nos conviene que si estamos juntos podamos competir mejor con otras regiones del mundo”, dijo, aludiendo a los retos globales que comparten ambas naciones.

El encuentro cobra relevancia estratégica no solo por el momento diplomático, sino también porque marcaría el tono de una nueva etapa en la relación bilateral. Con una postura que busca combinar firmeza y pragmatismo, el gobierno mexicano parece decidido a mantener su lugar como interlocutor clave de Washington, sin perder de vista la defensa de sus propios intereses nacionales.