El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó este viernes un ultimátum a Irán para llegar a un acuerdo sobre su programa nuclear, advirtiendo que “esto solo puede empeorar” tras el devastador ataque lanzado por Israel contra objetivos militares y nucleares iraníes. En un mensaje publicado en la red social Truth, el mandatario celebró el éxito de la operación israelí, confirmó que Washington estaba plenamente informado del plan y dejó claro que, a su juicio, aún hay una oportunidad de evitar una escalada mayor.

“Algunos iraníes de la línea dura hablaron con valentía, pero no sabían lo que estaba a punto de suceder. ¡Todos están muertos ahora!”, escribió Trump, en referencia directa a los mandos militares y científicos iraníes eliminados en la ofensiva. El mandatario subrayó que ofreció a Teherán múltiples oportunidades para llegar a un acuerdo nuclear y que fue claro respecto a las consecuencias: “Les dije que sería mucho peor de lo que sabían, anticipaban o les habían dicho”.

Trump detalló que el ataque israelí ocurrió justo después de que venciera un plazo de 60 días que su administración había dado a Irán para retomar las negociaciones nucleares. “El día 61, ellos atacaron”, dijo en una entrevista con The Wall Street Journal, calificando la operación de “muy exitosa”. El mandatario también elogió el arsenal de Israel, afirmando que “posee mucho y sabe cómo usarlo”.

En un tono por momentos beligerante, pero también con un guiño a la posibilidad de distensión, Trump remarcó que aún queda tiempo para frenar lo que calificó como una “masacre”, con más ataques supuestamente ya planificados. “No más muerte, no más destrucción, ¡simplemente háganlo, antes de que sea demasiado tarde!”.

Sus declaraciones no solo confirmaron la coordinación tácita con Israel, sino que también consolidan un nuevo capítulo de presión diplomática y militar sobre Teherán, en un contexto donde el margen de maniobra parece cada vez más reducido. La narrativa construida por Trump apunta a una estrategia que mezcla disuasión extrema con una oferta residual de diálogo, aunque la vía militar ha sido la que ha impuesto los tiempos. El mensaje, entre líneas, es inequívoco: cualquier intento de reconstruir el poder nuclear de Irán será enfrentado con fuerza total.