

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó su entusiasmo por la posibilidad de un tercer mandato en la Casa Blanca, pese a que la Constitución se lo impide, y respaldó abiertamente una futura fórmula electoral integrada por su vicepresidente JD Vance y el actual secretario de Estado, Marco Rubio, para las elecciones presidenciales de 2028. Durante un encuentro con la prensa a bordo del Air Force One, en ruta hacia Japón, Trump aseguró que le “encantaría” postularse nuevamente, al considerar que sus cifras en las encuestas están en su punto más alto.
Aunque la Vigesimosegunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos impide que una persona sea elegida presidente más de dos veces, Trump no descartó la idea de un regreso, en un contexto en el que miembros de su círculo, como su exasesor Steve Bannon, han sugerido estrategias para mantener su influencia más allá del segundo mandato. En ese sentido, el mandatario reiteró que su administración cuenta con un “gran grupo de personas” de cara a 2028, destacando que los demócratas carecen de figuras con liderazgo y capacidad.
Trump elogió especialmente una posible fórmula presidencial para los próximos comicios conformada por JD Vance y Marco Rubio, a quienes calificó como una dupla “imparable” dentro del Partido Republicano. Según sus declaraciones, de concretarse esa candidatura, ningún otro aspirante tendría posibilidades de competir contra ellos. Mientras Rubio evitó pronunciarse al respecto, Vance no se encontraba presente en el encuentro con medios.
En medio de estas declaraciones, se han difundido imágenes en las que se observa en la Casa Blanca una gorra con la leyenda “Trump 2028”, similar a la utilizada por el expresidente durante su más reciente campaña. Esta simbología ha sido interpretada por analistas como un mensaje político, alimentando especulaciones sobre su futuro en la política estadounidense.
La conversación sobre los posibles candidatos para 2028 ha comenzado a tomar fuerza en ambos partidos. En el caso del Partido Demócrata, figuras como el gobernador de California, Gavin Newsom, y la exvicepresidenta Kamala Harris han manifestado interés en contender en los próximos comicios, configurando desde ya un escenario de alta tensión y polarización rumbo a las siguientes elecciones presidenciales.











