Sheinbaum descarta alza en combustibles pese a tensión en Medio Oriente: México refina casi todo su petróleo

En medio de la escalada bélica en Medio Oriente y ante el riesgo del cierre del estratégico estrecho de Ormuz, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró que no habrá aumentos en el precio de los combustibles en el país. Durante su conferencia matutina desde Palacio Nacional, la mandataria subrayó que México cuenta con capacidad suficiente para refinar su propio petróleo, lo que garantiza el abasto interno incluso en escenarios de crisis energética global.
“México ya prácticamente refina todo el petróleo que produce”, afirmó Sheinbaum al destacar la operatividad de las ocho refinerías nacionales, incluyendo Deer Park, adquirida en Texas, y la nueva planta en Dos Bocas, Tabasco. Esta infraestructura, aseguró, permite producir la totalidad de la gasolina y diésel que requiere el país, con una notable disminución en las importaciones de combustibles.
La presidenta reconoció que algunos componentes, como ciertas turbinas, aún deben ser importados, pero insistió en que el país tiene soberanía energética garantizada. En este sentido, explicó que México cuenta con un mecanismo fiscal que evita alzas súbitas en el precio al consumidor, gracias a la aplicación de subsidios vía el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS). Este mecanismo se activaría automáticamente en caso de un aumento sustancial en el precio internacional del crudo.
El conflicto entre Irán e Israel —ahora ampliado con los recientes bombardeos de Estados Unidos sobre instalaciones nucleares iraníes— ha provocado un nuevo pico de tensión global. La eventual clausura del estrecho de Ormuz, por donde transita un tercio del petróleo mundial, encendió alertas sobre posibles disrupciones en los mercados energéticos. No obstante, el mensaje de Sheinbaum busca contener temores internos y reforzar la confianza en la autosuficiencia energética nacional.
En paralelo, la presidenta reafirmó la postura diplomática de México frente al conflicto en Medio Oriente. Ratificó el reconocimiento de dos Estados, Palestina e Israel, y recalcó que el país jamás respaldará acciones que afecten a la población civil, en particular a niños y niñas. “México tiene que ser siempre un factor de paz”, sentenció, remarcando que su actuar se regirá estrictamente por los principios constitucionales de política exterior.
La combinación de estabilidad energética interna y neutralidad diplomática configura una respuesta institucional que intenta mantener a México al margen de la confrontación global, preservando tanto su soberanía como su vocación pacifista. En un mundo marcado por la incertidumbre, la presidenta apuesta por blindar al país frente a las ondas expansivas de una guerra que amenaza con desbordar su marco regional.