Un tribunal de Estados Unidos arrojó este jueves un revés legal de gran impacto contra el senador y exgobernador Javier Corral (Morena), al fallar que no presentó pruebas suficientes para sustentar su acusación de que su antecesor, César Duarte, adquirió 50 propiedades en territorio texano. El juez Rubén Morales, del distrito de El Paso, Texas, concluyó que tras cinco años de investigación por parte del FBI, el Departamento del Tesoro y el Departamento de Justicia, los señalamientos no se acreditaron.

La resolución no solo deja sin sustento la llamada “Operación Justicia”, promovida por Corral tras su gestión estatal, sino que también implica que el senador deberá cubrir los costos legales y pagar los honorarios de Duarte, quien meses atrás había organizado una conferencia de prensa en Chihuahua capital para celebrar el fallo .

Este desenlace constituye un golpe político para Corral, cuya estrategia de combate a la impunidad se basó en la supuesta red de corrupción y enriquecimiento ilícito de Duarte. Ahora el ex gobernador morenista enfrenta la expectativa de una seguidilla de litigios, además de un desgaste en su credibilidad pública, justo cuando ejerce un rol estratégico en el Senado.

Por su parte, César Duarte capitaliza el dictamen como una victoria jurídica y mediática, en un momento en que busca reconstruir su imagen tras años en proceso por casos vinculados a presuntos actos de corrupción. El fallo de El Paso le otorga sustantivo impulso en su repositionamiento político.

La sentencia se produce en medio del actual ciclo de transformaciones políticas en Chihuahua, donde Morena y Movimiento Ciudadano observan con atención los reacomodos de figuras clave como Corral y Campos. El resultado judicial refuerza el contexto de incertidumbre que caracteriza la proximidad electoral de 2027 y refuerza el debate sobre el uso estratégico de la justicia en los procesos de poder estatal y nacional.