

El secretario de Salud, David Kershenobich, confirmó un hito en la política sanitaria del país: por primera vez, las vacunas aplicadas contra la influenza durante la temporada invernal pasada fueron producidas en su totalidad en territorio nacional. Esta medida permitió inmunizar a la población antes del inicio del periodo de mayor circulación viral, fortaleciendo la capacidad de respuesta ante enfermedades respiratorias.
Según explicó el titular de la dependencia, la fabricación de los biológicos se realizó bajo estándares internacionales, en coordinación con la industria farmacéutica extranjera, pero ejecutada localmente. Esta experiencia demuestra, en palabras de Kershenobich, que “es posible garantizar el abasto oportuno y seguro desde México, con miras no solo a la autosuficiencia, sino también a la exportación”.
Este avance se inscribe en la estrategia del gobierno federal para consolidar la producción nacional de vacunas y medicamentos, como parte del Plan México. Se trata de un esfuerzo por dejar atrás la dependencia estructural de insumos médicos importados, potenciando al mismo tiempo la innovación tecnológica y el desarrollo de capacidades propias en el sector salud.
La cobertura lograda en la última campaña invernal, sin precedentes en su rapidez y alcance, refuerza la viabilidad de este nuevo modelo, que busca combinar soberanía sanitaria con competitividad internacional.