

En una ceremonia cargada de simbolismo político y comercial, el presidente de Argentina, Javier Milei, traspasó este jueves la presidencia pro tempore del Mercosur a su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien asume el liderazgo del bloque regional con el compromiso de reactivar las negociaciones del Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea y fomentar una mayor integración regional.
Durante el acto de clausura de la cumbre celebrada en Buenos Aires, Lula recibió el tradicional martillo que representa el mando del bloque y subrayó que su prioridad será destrabar el acuerdo con Bruselas antes de que concluya el año. También anunció una agenda ambiciosa que incluye políticas para la transición energética, el combate al crimen organizado y el impulso al desarrollo tecnológico. Además, abogó por la adopción de un sistema de pagos en monedas locales para fortalecer la autonomía financiera del bloque.
En su discurso de despedida, Milei planteó una visión más liberal del Mercosur, instando a sus socios a dejar de concebir al grupo como una barrera ante el exterior y transformarlo en una herramienta de penetración comercial global. “Debemos dejar de pensar al Mercosur como un escudo que nos proteja del mundo y comenzar a pensarlo como una lanza”, sostuvo.
La cumbre también dejó resoluciones concretas. Entre ellas, destaca la ampliación temporal de las listas de excepciones arancelarias al Arancel Externo Común, una medida que permitirá a los Estados miembros mayor flexibilidad frente a los desafíos del comercio global, sin romper el esquema de integración regional.
El encuentro contó con la participación de los presidentes de Paraguay, Uruguay, Bolivia y Panamá, este último como Estado asociado. También asistieron delegaciones de países observadores y socios estratégicos como Chile, Colombia y Perú.
Con este nuevo liderazgo brasileño, el Mercosur enfrenta una oportunidad crítica para redefinir su papel en el escenario global, equilibrando las aspiraciones aperturistas de algunos miembros con las exigencias de cohesión económica y política regional. Lula, en un gesto de cortesía política y pragmatismo comercial, agradeció a Milei la conducción del bloque durante el primer semestre y dejó claro que el camino hacia una mayor integración requerirá decisiones ágiles y consensos duraderos.