

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció este miércoles una ofensiva global para sustituir las exportaciones brasileñas hacia Estados Unidos, afectadas por aranceles del 50 % impuestos por el gobierno de Donald Trump.
Lula adelantó que ya inició conversaciones con India, China, Sudáfrica, Francia y Alemania para abrir nuevos mercados y convocará a una videoconferencia de los países BRICS para coordinar acciones conjuntas.
Como respuesta inmediata, el gobierno brasileño aprobó un paquete de apoyo a los sectores afectados, con créditos por 30.000 millones de reales (unos 5.555 millones de dólares), beneficios fiscales y aumento de compras gubernamentales, especialmente de carnes y frutas perecederas, que representan el 35 % de las exportaciones brasileñas a EE.UU.
Según el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, las sanciones tienen un trasfondo político, ya que fueron justificadas por Trump en el contexto del juicio por golpismo contra el expresidente Jair Bolsonaro. Brasil afirma que el argumento de déficit comercial usado por la Casa Blanca es falso y que EE.UU. mantiene saldos favorables desde hace 25 años.
En 2024, EE.UU. fue destino del 12 % de las exportaciones brasileñas, con un comercio bilateral cercano a los 40.000 millones de dólares.