En medio de tensiones crecientes por la incorporación de perfiles previamente opositores, disputas locales y aspiraciones adelantadas rumbo a 2027, el presidente del Consejo Nacional de Morena, Alfonso Durazo, hizo un enérgico llamado a la cohesión interna del partido. Durante la sesión del Consejo Nacional realizada este domingo en la Ciudad de México, el dirigente instó a la militancia, incluidos cuadros de alto nivel, a evitar fracturas que puedan ser aprovechadas por la oposición para provocar crisis políticas, incluso si son de carácter artificial.
Desde un enfoque autocrítico, Durazo reconoció que varias de las tensiones que actualmente atraviesan al movimiento surgen desde dentro. “Algunas de las tensiones que hoy están en el ambiente político derivan de iniciativas y reacciones de nuestros propios cuadros, y eso lo vivimos en todos los estados”, advirtió ante gobernadores, legisladores, alcaldes y dirigentes reunidos en un hotel de Paseo de la Reforma.
El mensaje no pasó inadvertido, especialmente en un contexto marcado por inconformidades en las bases morenistas ante la llegada de figuras con pasado opositor y el activismo político de aspirantes a cargos de elección popular, a más de dos años de los próximos comicios. Para Durazo, la tarea central es blindar al movimiento frente a los costos políticos que podrían derivarse de disputas personales o estrategias individuales, priorizando la institucionalidad y el profesionalismo en la acción política.
Pidió actuar con madurez, fortalecer el diálogo interno y evitar comportamientos que puedan desgastar al movimiento, al partido o a la figura de la presidenta Claudia Sheinbaum. “Esa fortaleza no sólo debe ser moral, sino también organizativa”, enfatizó.
El encuentro de este domingo dejó ver la necesidad de una operación política más fina al interior de Morena, donde las diferencias ideológicas y las tensiones locales empiezan a poner a prueba la capacidad de articulación y disciplina de su dirigencia nacional.
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