

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, presidió este domingo el desfile cívico-militar con motivo del Día de la Independencia, celebrado en la Explanada de los Ministerios, en Brasilia. El evento estuvo marcado por una fuerte exaltación patriótica y un mensaje firme de defensa de la soberanía nacional, en medio de crecientes tensiones diplomáticas con Estados Unidos.
Ataviado con la banda presidencial, Lula pasó revista a las tropas antes de ocupar el palco oficial, acompañado por su esposa, Rosângela da Silva, ministros del Gobierno, mandos militares, líderes del Congreso y representantes del Poder Judicial. Bajo los lemas “Brasil soberano” y “Brasil de los brasileños”, el desfile se desarrolló entre banderas verdes y amarillas y consignas en favor de la independencia de los poderes nacionales.
El evento coincidió con la etapa final del juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro, acusado de liderar un intento de golpe de Estado para mantenerse en el poder tras su derrota electoral en 2022. La Corte Suprema de Brasil ha iniciado la fase de deliberación que concluirá la próxima semana, con un posible veredicto que podría significar hasta 40 años de prisión para el exmandatario.
La situación ha generado una fuerte reacción por parte del presidente estadounidense Donald Trump, quien ha impuesto aranceles del 50 % a productos brasileños y sancionado a magistrados del Supremo Tribunal Federal, en lo que ha calificado como una “caza de brujas” contra Bolsonaro, su aliado político.
En un mensaje en cadena nacional la noche anterior, Lula respondió sin rodeos a la presión internacional. “Brasil no será colonia de nadie. No acepta órdenes de ningún otro país”, afirmó. El mandatario subrayó que, conforme a la Constitución brasileña, existe una estricta separación de poderes y que el Ejecutivo no puede ni debe interferir en las decisiones del Poder Judicial.
El desfile también incluyó una sección dedicada a la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), que se celebrará en noviembre en la ciudad amazónica de Belém. Asimismo, se presentaron logros del Gobierno en infraestructura y programas sociales, en la antesala del último año del mandato de Lula, previsto para concluir en 2026.