Javier Milei, libertario de ultraderecha, ganó en las primarias de Argentina
Un candidato libertario de ultraderecha emergió como el ganador de las elecciones presidenciales primarias celebradas el domingo, en un resultado sorprendente que respalda a un político que aboga por adoptar el dólar estadounidense como la moneda oficial de Argentina y acepta las comparaciones con Donald Trump.
Javier Milei, de 52 años, congresista, economista y excomentarista televisivo, logró un 30 por ciento de los votos, según el escrutinio del 96 por ciento de las boletas, lo que lo posiciona en el primer lugar de la contienda por la presidencia en las elecciones generales del otoño.
Las encuestas habían indicado que el apoyo a Milei rondaba el 20 por ciento, y los analistas políticos preveían que sus propuestas políticas radicales, como la abolición del banco central, limitarían su capacidad de atraer a un gran número de votantes.
Sin embargo, los resultados de las votaciones del domingo dejaron claro que Milei tiene ahora una oportunidad concreta de liderar Argentina, un país sudamericano con 46 millones de habitantes y considerables reservas de petróleo, gas y litio.
"Este resultado también será sorprendente para él", comentó Pablo Touzon, consultor político argentino. "Hasta ahora, era más un fenómeno de protesta".
Las elecciones generales de Argentina, previstas para octubre y con la posibilidad de una segunda vuelta en noviembre, pondrán a prueba la fuerza de la extrema derecha a nivel global. En varias naciones poderosas, como Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, Suecia y Finlandia, la derecha dura ha ganado influencia en los últimos años, aunque también ha enfrentado derrotas, como en España y Brasil.
Milei se ha presentado como un cambio radical necesario debido al colapso de la economía argentina y, si es elegido, podría alterar el sistema profundamente. Junto con sus ideas sobre la divisa y el banco central, ha propuesto una drástica reducción de impuestos y recortes en el gasto público, incluso planteando cobrar a las personas por usar el sistema de salud público. También ha hablado sobre la posibilidad de cerrar o privatizar empresas estatales, así como eliminar los ministerios de Salud, Educación y Medio Ambiente.
En las primarias, Sergio Massa, un ministro de Economía de tendencia de centroizquierda, ocupó el segundo lugar con el 21 por ciento de los votos, mientras que Patricia Bullrich, una conservadora y exministra de Seguridad, quedó en tercer lugar con un 17 por ciento.
Aunque las elecciones generales están programadas para el 22 de octubre, es probable que la decisión final se tome en una segunda vuelta el 19 de noviembre. Las tres coaliciones en Argentina tienen niveles de apoyo similares según los resultados del domingo, lo que hace improbable que algún candidato obtenga más del 50 por ciento necesario para ganar en la primera vuelta.
Las coaliciones quedaron ligeramente por detrás del total de votos obtenido por Milei. Los candidatos de la coalición de centroderecha obtuvieron el 28 por ciento del voto, mientras que la coalición de centroizquierda consiguió el 27 por ciento.
El partido de centroizquierda en el poder ha dominado la política en Argentina durante 16 de los últimos 20 años, en gran parte bajo el control de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Milei se dirigió a sus seguidores en una conferencia la noche del domingo y declaró: "Hemos logrado construir esta alternativa competitiva que no solo pondrá fin al kirchnerismo, sino también a la casta política parásita y disfuncional que está hundiendo al país". Agradeció a su directora de campaña, su hermana, y a sus cinco perros mastines, nombrados en honor a economistas conservadores.
Argentina, que ha enfrentado crisis económicas a lo largo de décadas, se encuentra en una de las peores situaciones. El peso argentino ha caído en picada, la inflación anual ha superado el 115 por ciento, casi el 40 por ciento de la población vive en la pobreza y el país lucha por pagar su deuda de 44,000 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional.
Milei ha afirmado que sus políticas económicas serían más austeras de lo que el FMI le ha pedido a Argentina.
A pesar de esto, implementar tales cambios sería un desafío considerable. Los resultados del domingo sugieren que, si Milei fuera elegido, tendría un apoyo limitado en el Congreso. Su partido, La Libertad Avanza, ha señalado que tendría solo ocho de los 72 escaños en el Senado y 35 de los 257 en la Cámara de Diputados, según los resultados obtenidos por sus otros candidatos.
Touzon comentó que Milei tendría menos respaldo institucional que los candidatos de extrema derecha que llegaron al poder en los últimos años, como Trump y el expresidente brasileño Jair Bolsonaro. "Bolsonaro contaba con el apoyo del ejército. Trump tenía el Partido Republicano. Milei no tiene nada", afirmó.
Aunque su plan económico es radical, ha demostrado ser un hábil político en la era de internet, con su característico ceño fruncido y cabello despeinado que le han conferido una imagen llamativa y susceptible de convertirse en memes, al estilo de Trump y Bolsonaro.
En un video previo a las elecciones, Bolsonaro respaldó a Milei, afirmando que compartían una afinidad política. "Tenemos muchas cosas en común", dijo, mencionando su apoyo a la propiedad privada, la libertad de expresión, el libre mercado y el derecho a la autodefensa.
Los argentinos que votaron por Milei el domingo, al igual que los seguidores de Trump y Bolsonaro, afirmaron que les atraía su frescura política y su promesa de agitar un sistema defectuoso y hablar con franqueza.
"Finalmente, el pueblo argentino se despertó", dijo Rebeca Di Iorio, de 44 años, una trabajadora administrativa que celebraba en la festividad callejera de Milei en Buenos Aires. "Argentina necesita esto, necesita un cambio".
Santiago Manoukian, jefe de investigación de Ecolatina, una consultora económica argentina, mencionó que entre los diversos escenarios previstos por los analistas para las primarias