Trump eleva aranceles a China hasta el 104% en plena escalada comercial

Economía08 de abril de 2025 Por BP Staff
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La guerra comercial entre Estados Unidos y China alcanzó un nuevo punto crítico este martes, luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara que a partir de la próxima medianoche se impondrán aranceles del 104 por ciento a las importaciones procedentes del gigante asiático. La decisión fue confirmada por la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, a la cadena Fox Business, y responde a las recientes represalias impuestas por Pekín.

El mandatario republicano había advertido que si China no retiraba sus aranceles recíprocos del 34 por ciento antes del mediodía de este martes (hora del Este), procedería con una segunda ronda de tarifas adicionales del 50 por ciento, que se sumarían a las ya vigentes. El plazo expiró sin respuesta favorable del gobierno chino, por lo que las nuevas medidas entrarán en vigor un minuto después de la medianoche del miércoles.

Con esta decisión, el costo arancelario total que enfrentan los productos chinos que ingresan a Estados Unidos asciende a más del 100 por ciento, una cifra sin precedentes en la historia reciente del comercio bilateral entre las dos potencias. La administración Trump justifica la medida como una acción necesaria para contrarrestar lo que describe como una “práctica comercial abusiva” de parte de China.

El mandatario afirmó este mismo martes que Pekín desea un acuerdo "desesperadamente", pero sugirió que el gobierno del presidente Xi Jinping “no sabe cómo comenzar” un proceso de negociación. “Estamos esperando su llamada”, declaró Trump, sin mostrar señales de ceder ante las presiones internacionales por las consecuencias globales de este conflicto.

La respuesta de China fue contundente. A través de un comunicado, el gobierno de Pekín condenó lo que calificó como una estrategia de “chantaje” económico y confirmó su intención de mantener las contramedidas anunciadas la semana pasada. Estas incluyen nuevos gravámenes del 34 por ciento a productos estadounidenses, sanciones a ciertas empresas de EE.UU., limitaciones a las exportaciones de tierras raras y la suspensión de importaciones de pollo y sorgo de compañías específicas.

Además, China ha presentado una queja formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), denunciando que la política de “aranceles recíprocos” de Estados Unidos socava el sistema multilateral de comercio basado en reglas. La demanda, interpuesta a través del mecanismo de solución de controversias del organismo, podría abrir un proceso prolongado que profundice la incertidumbre en los mercados.

Este nuevo giro en la política comercial de Washington ocurre mientras crecen los temores de una recesión global, alimentados por la volatilidad en los mercados bursátiles, caídas pronunciadas en Asia y un repunte momentáneo en Wall Street impulsado por especulaciones de distensión que no llegaron a concretarse.

Con los nuevos aranceles, el gobierno de Trump refuerza su narrativa de defensa económica, mientras intensifica la presión sobre sus principales rivales comerciales. Sin embargo, los efectos colaterales de esta política —incluyendo posibles aumentos en los precios al consumidor y riesgos para las cadenas de suministro globales— siguen siendo motivo de preocupación tanto dentro como fuera de Estados Unidos.

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