La muerte del papa Francisco activa el proceso para elegir a su sucesor en el Vaticano

Mundo21 de abril de 2025 Por BP Staff
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Con la muerte del papa Francisco este lunes a los 88 años, se ha activado un riguroso protocolo que da inicio al proceso para la elección de su sucesor, en un momento decisivo para la Iglesia católica. El fallecimiento del pontífice argentino marca el fin de un papado que comenzó en 2013 y se caracterizó por una impronta pastoral y reformista, y abre el periodo de “sede vacante”, cuando el liderazgo del Vaticano recae temporalmente en el Camarlengo, en este caso el cardenal Kevin Joseph Farrell.

Tras la verificación oficial del deceso por parte del propio camarlengo, el Vaticano anunció al mundo la noticia mediante un comunicado formal y un video, acompañado del tañido solemne de las campanas de la basílica de San Pedro. A partir de este momento, se desarrollarán una serie de rituales milimétricamente pautados, cuya duración y tiempos dependerán de las decisiones que adopten las congregaciones generales de cardenales, ya convocadas a Roma por el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re.

Uno de los primeros actos será el entierro del pontífice. Francisco pidió ser sepultado en la basílica de Santa María La Mayor, en un gesto coherente con su profunda devoción mariana y su conocido estilo austero. A diferencia de sus predecesores, solicitó que su cuerpo no fuera velado en sus aposentos ni expuesto sobre un catafalco tradicional en la basílica de San Pedro, sino en un ataúd abierto en una capilla.

Mientras tanto, se sellará su apartamento en la Casa Santa Marta —residencia que eligió por encima del Palacio Apostólico— y se destruirá su Anillo del Pescador, símbolo del poder papal, en señal del fin de su pontificado.

Durante los llamados “Novendiales”, los nueve días de luto que siguen a la muerte de un pontífice, se celebrarán misas y se permitirá que los fieles se despidan del papa. Sólo una vez concluido este periodo, se podrá dar inicio al cónclave en la Capilla Sixtina, en el que los cardenales menores de 80 años se encerrarán para elegir a su sucesor. Por norma, este cónclave debe realizarse dentro de los 20 días siguientes al fallecimiento del pontífice.

La duración de la elección papal es incierta, pues dependerá de la construcción de un consenso entre los cardenales. Como marca la tradición, la designación del nuevo papa será anunciada al mundo mediante la señal del humo blanco —la “fumata bianca”— que emergerá de la chimenea de la Capilla Sixtina, símbolo del acuerdo alcanzado.

Mientras tanto, el Vaticano entra en una etapa de recogimiento, diplomacia discreta y deliberaciones profundas, en la que el futuro de la Iglesia volverá a ser definido por quienes, desde el corazón de Roma, tienen el encargo de interpretar los signos del tiempo.
 
 
 
 

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