La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, hizo un firme llamado a la militancia de Morena y a sus cuadros más visibles, tras la polémica generada por imágenes que muestran al diputado morenista Daniel Asaf Manjarrez y a Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente, en un exclusivo hotel de Japón.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum retomó los principios históricos del movimiento para enfatizar la necesidad de actuar con congruencia y responsabilidad. “El poder se ejerce con humildad, con humildad. Esa es mi posición y siempre va a ser”, sentenció la mandataria, al subrayar que la austeridad es más que una política: es una obligación ética para quienes representan al proyecto de la Cuarta Transformación.
Sheinbaum reconoció que cualquier ciudadano tiene derecho a viajar o vacacionar libremente, pero subrayó que no puede perderse de vista el contexto que vive el país ni los compromisos del movimiento político al que representan. “Tenemos una responsabilidad política y una responsabilidad con el movimiento y los principios que representa”, afirmó.
En su mensaje, evocó directamente el pensamiento de Benito Juárez, una de las figuras históricas que inspiran a Morena: “Nosotros, mucho de nuestro pensamiento, tiene que ver con el pensamiento juarista: que no puede haber gobierno rico con pueblo pobre”, sostuvo.
Las imágenes que dieron pie a esta declaración fueron difundidas en redes sociales y medios nacionales, generando críticas tanto dentro como fuera del partido. Aunque Sheinbaum no mencionó nombres directamente, la alusión fue clara y se enmarca en su intento por preservar la imagen de congruencia del gobierno que encabeza.
El llamado se da también en un contexto de creciente escrutinio público sobre el estilo de vida de algunos funcionarios de la 4T, lo que ha obligado a su liderazgo a reiterar el compromiso con la austeridad republicana como valor central de su proyecto político.
En ese sentido, la presidenta ha insistido en que quienes forman parte del movimiento deben actuar conforme a los principios que los llevaron al poder, especialmente en un momento en el que el país enfrenta retos sociales y económicos que exigen cercanía y sensibilidad de sus gobernantes.
Sheinbaum concluyó su mensaje reafirmando que no se trata de prohibiciones personales, sino de una ética pública indispensable: “Se trata de representar con dignidad a quienes confiaron en nosotros”.
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