

El Gobierno de Canadá confirmó este viernes que iniciará negociaciones bilaterales formales con Estados Unidos para revisar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) a partir de mediados de enero de 2026, en cumplimiento del calendario de revisión establecido en el propio acuerdo comercial. Se trata del primer acercamiento oficial desde que, en octubre pasado, la administración de Donald Trump suspendiera abruptamente los contactos en respuesta a un anuncio canadiense que criticaba su política arancelaria.
En un comunicado difundido desde Ottawa, el primer ministro canadiense, Mark Carney, anunció que el ministro responsable de las relaciones comerciales con Estados Unidos, Dominic LeBlanc, encabezará la delegación canadiense en las conversaciones con funcionarios de alto nivel del gobierno estadounidense. Carney subrayó que el objetivo es “lanzar conversaciones formales para una revisión estructurada del tratado”, subrayando el compromiso de Canadá con la estabilidad comercial regional.
El T-MEC, que entró en vigor el 1 de julio de 2020, estipula una revisión obligatoria cada seis años, en la que los tres socios deben evaluar su funcionamiento, el cumplimiento de sus disposiciones y la resolución de controversias surgidas en el periodo. Esta cláusula contempla, además, una prórroga automática del acuerdo por 16 años si los tres países manifiestan su conformidad. En caso contrario, se activarían escenarios más inciertos: desde revisiones anuales hasta una eventual terminación del pacto trilateral.
La posición de Canadá y México ha sido clara en cuanto a su voluntad de mantener y fortalecer el acuerdo comercial. Sin embargo, la administración de Trump mantiene abiertas todas las opciones, incluyendo una revisión parcial, la sustitución por acuerdos bilaterales o incluso el desmantelamiento del T-MEC, lo que añade un grado de incertidumbre a las negociaciones.
Esta semana, el representante comercial estadounidense, Jamieson Greer, compareció ante el Congreso para señalar que, si bien el T-MEC ha generado beneficios en ciertos sectores, no ha cumplido por completo los objetivos de Washington, particularmente en lo relativo al fortalecimiento de la industria manufacturera y la creación de empleos de calidad en Estados Unidos. En ese contexto, Washington buscará introducir reformas significativas en áreas clave como el uso de insumos provenientes de terceros países, las condiciones laborales en México y el sistema de gestión agrícola de Canadá.
Pese a la retórica habitual de confrontación, el primer ministro Carney indicó que en sus conversaciones recientes con el presidente Trump no se ha mencionado la cancelación del tratado, sino únicamente la necesidad de ajustes y revisiones que permitan mejorar su implementación.
El inicio de estas negociaciones marcará un momento decisivo en la evolución del T-MEC, cuya viabilidad a largo plazo dependerá no solo del consenso técnico, sino también de la voluntad política de los tres gobiernos para preservar un marco común en un entorno económico y geopolítico cada vez más volátil.












