COLUMNA 7 Marzo 2025

Marco Bonilla y su reality show de seguridad en Parral
El alcalde Marco Bonilla decidió irse hasta Parral para presumir sus “logros” en seguridad. Sí, leyó bien: presumir seguridad en un estado que está entre los más violentos de México.
Bonilla llegó a hablar del “modelo exitoso” de Chihuahua capital, mientras la ciudad se desmorona en homicidios, robos y extorsiones. Pero él insiste en que es la quinta ciudad más competitiva del país. ¿Basado en qué? Solo él lo sabe.
Lo más divertido fue ver las caras de los asistentes en Parral, que seguramente pensaban: “¿De qué Chihuahua está hablando?”. Porque la realidad es que la capital está lejos de ser un oasis de seguridad. Pero eso no impide que Bonilla siga vendiendo su fantasía.
La verdadera pregunta es: ¿de verdad se lo cree o solo está en campaña para 2027?
El PAN ya huele la derrota y Daniela Álvarez lanza el grito de guerra
Cuando un partido político empieza a hablar de “defender el estado”, es porque ya sabe que está en peligro de perderlo. La presidenta del PAN en Chihuahua, Daniela Álvarez, ya encendió las alarmas dentro del panismo, llamando a su militancia a salir “rabiosamente” a evitar que Morena se quede con la gubernatura en 2027.
El discurso llega en el peor momento para el PAN, justo después del informe de Maru Campos, donde poco hubo qué anunciar y mucho qué preocuparse. La gobernadora insiste en que no está negociando el estado a cambio de impunidad, pero las señales dicen lo contrario. En su relación con el gobierno federal se han visto gestos de conciliación sospechosos, y hasta los panistas más cercanos a ella saben que su margen de maniobra es cada vez menor.
Por si fuera poco, dentro del PAN ya hay guerra interna, porque los aspirantes a la gubernatura de 2027 están en campaña abierta y no esperan el visto bueno de Maru. Marco Bonilla, Gilberto Loya y hasta Santiago Creel ya están moviendo fichas, rebasando a la gobernadora y a su círculo más cercano.
Pero el verdadero problema no es solo el desgaste de Maru Campos, sino que los números no le dan al PAN para retener el poder. Las encuestas son claras: ni con su inseparable amigo el PRI logran arrebatarle a Morena el primer lugar en las preferencias. Y cuando se hacen careos entre posibles candidatos, los panistas salen mal parados.
Daniela Álvarez lo sabe, por eso está lanzando el llamado desesperado de “defender el estado”. Pero, en realidad, de lo que deberían defenderse es de sus propios gobernantes, que han dejado mucho que desear y tienen a Chihuahua en crisis en seguridad, economía y servicios.
El PAN ya está en modo campaña, organizando reuniones regionales y anunciando que sus “chalecos azules” van a salir a la calle. Pero la pregunta es: ¿defenderán a Chihuahua o solo intentarán maquillar los errores de su gobierno? Porque hasta ahora, lo único que han logrado posicionar son las malas noticias.
Alfredo Chávez descubre el "hilo negro" y resuelve el problema arancelario
El coordinador panista Alfredo Chávez Madrid tiene una solución brillante para la crisis arancelaria con Estados Unidos: una reunión interparlamentaria. Sí, porque claramente Donald Trump está esperando con ansias que diputados de Chihuahua, específicamente la bancada del PAN, le pidan que reflexione sobre sus políticas económicas.
Según Chávez, la estrategia de llenar el Zócalo con miles de personas es puro populismo, pero su alternativa suena más a una carta a Santa Claus. Nos dice que el senador Ricardo Anaya (sí, ese que lleva años huyendo de la justicia mexicana) propuso presionar a los congresistas gringos con aranceles “en sus lugares de origen”.
Claro, porque todos sabemos que un diputado chihuahuense va a poner de rodillas al Congreso de EE.UU. con un par de discursos. La pregunta es: ¿cuándo va a entender la oposición que Trump no negocia con políticos mexicanos, sino con sus propios intereses?
Lo que es evidente es que el PAN está desesperado por tener un discurso de oposición, pero lo único que logra es sonar ingenuo.
El muro de Maru: cuando la represión y la corrupción se combinan
Como cada año, el 8 de marzo se acerca y, como cada año, el gobierno estatal responde de la peor manera posible: amurallando el Palacio de Gobierno con vallas de más de 3 metros de altura.
Maru Campos gastó 44 millones de pesos en vallas metálicas para “proteger” los edificios públicos de las manifestantes. Y lo peor no es el gasto, sino el cinismo detrás de la medida.
Porque no solo se trata de blindar el Palacio de Gobierno, sino de cercar la Cruz de Clavos, un símbolo de la lucha contra los feminicidios en Chihuahua.
La reacción de los colectivos feministas fue inmediata: “Maru está secuestrando nuestra memoria”. Y tienen razón. En lugar de atender las denuncias de violencia de género, la estrategia es callarlas con un muro.
Lo más sospechoso es quién vendió las vallas: una empresa ligada a Sergio Ochoa Muñoz, viejo amigo de Maru, que además fue su operador de seguridad en la transición de gobierno.
Así que esto no es solo una medida autoritaria, también es un negocio redondo para los amigos de la gobernadora.
Se alistan morenistas para acompañar a Sheinbaum en el Zócalo
Mientras en Chihuahua las vallas intentan silenciar la protesta del 8M, en la Ciudad de México Claudia Sheinbaum transforma un problema económico en un evento de celebración. La presidenta anunció que el 9 de marzo se realizará un gran festival en el Zócalo para hablar del acuerdo con Estados Unidos sobre los aranceles y, de paso, meter en la agenda la reforma judicial.
Aunque Sheinbaum lo presenta como un acto de unidad, en realidad es un mitin político con todas las letras. El evento servirá para medir la capacidad de movilización de Morena y, más importante, para que los aspirantes a cargos en 2027 se muestren en público. Ahí estarán figuras como Andrea Chávez, Cruz Pérez Cuéllar y el clan de Ariadna Montiel, todos con el ojo puesto en la gubernatura, alcaldías y diputaciones.
En términos de discurso, Sheinbaum vendrá con la narrativa de que su gobierno logró una gran victoria contra Trump, aunque la realidad es que solo consiguió una prórroga hasta el 2 de abril, que es una buena bocanada de aire para la economía del país. Pero para la 4T, lo importante no es el resultado, sino la percepción. Y en ese sentido, llenar el Zócalo con miles de simpatizantes es mucho más efectivo que cualquier argumento técnico sobre comercio internacional.
Mientras tanto, la oposición observa con frustración. Saben que los mítines de Morena siguen siendo su mejor arma y que, aunque critiquen la estrategia, no tienen la capacidad de respuesta para contrarrestarla. Lo que queda claro es que la política en México sigue girando en torno a la capacidad de movilización, y Sheinbaum, como buena discípula de AMLO, sabe jugar ese juego mejor que nadie.