

Ante el creciente escrutinio sobre el caso de Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad de Tabasco, la presidenta Claudia Sheinbaum reiteró este lunes que no es competencia del Ejecutivo federal determinar culpabilidades, subrayando que todo proceso penal debe apegarse estrictamente al marco del sistema de justicia acusatorio vigente en México.
“Tiene que seguir la investigación. No le corresponde a la presidenta de la República definir quién es culpable o no”, expresó Sheinbaum, al referirse a la situación de Bermúdez Requena, acusado de asociación delictuosa y presuntos vínculos con redes de huachicoleo durante su gestión como jefe policiaco estatal. Añadió que serán las fiscalías correspondientes —ya sea la de Tabasco o, en su caso, la Fiscalía General de la República— quienes determinen con base en pruebas si procede una acusación formal.
La mandataria subrayó que cualquier señalamiento debe estar sustentado en evidencia clara y no en apreciaciones subjetivas o presiones mediáticas. “Todo tiene que tener evidencia, no es la subjetividad de alguien que opina que a lo mejor es posible. Tiene que haber una evidencia para poder acusar a una persona”, sostuvo.
Actualmente, Bermúdez Requena cuenta con una orden de aprehensión vigente desde febrero y es buscado a nivel internacional tras la emisión de una ficha roja por parte de Interpol. A pesar de las implicaciones políticas del caso —dado que fue colaborador directo del entonces gobernador Adán Augusto López—, Sheinbaum ha insistido en que se debe permitir el curso legal sin interferencias desde el poder Ejecutivo.
El pronunciamiento llega en un momento en que diversas voces han solicitado definiciones más claras desde la presidencia respecto al caso. No obstante, Sheinbaum ha optado por mantener la institucionalidad del proceso, dejando en manos del Ministerio Público y el Poder Judicial la eventual determinación de responsabilidades.