El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, calificó las recientes detenciones de Ismael ‘El Mayo’ Zambada y Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, como un “golpe directo” en los esfuerzos por desmantelar las organizaciones criminales transnacionales.

“Nuestro trabajo contra el flagelo del fentanilo es una de nuestras principales prioridades de seguridad entre los Estados Unidos y México”, declaró Salazar. “La detención de Ismael Zambada García ‘El Mayo’ y Joaquín Guzmán López es un golpe directo en nuestros esfuerzos para desmantelar las organizaciones criminales transnacionales que fomentan el veneno de las drogas sintéticas que matan a tanta de nuestra gente y generan tanta violencia en nuestras comunidades”, puntualizó.

El embajador enfatizó que Estados Unidos continuará los “esfuerzos históricos de colaboración con México en materia de seguridad, incluyendo nuestros esfuerzos sin precedentes en la lucha contra el fentanilo, el tráfico de armas y los traficantes de personas en nuestra lucha sin cuartel para brindar seguridad a los pueblos de los Estados Unidos y de México”.

El presidente estadounidense, Joe Biden, también celebró la detención de Zambada y Guzmán López, considerándola un golpe significativo a la cúpula del Cártel de Sinaloa, una de las “empresas más mortales del mundo”. Los líderes narcotraficantes fueron detenidos el jueves en un operativo en un pequeño aeródromo cercano a El Paso, Texas, y enfrentarán cargos por fabricación de drogas y manejo de redes de narcotráfico.

“Demasiadas vidas de nuestros ciudadanos se han perdido ante el azote del fentanilo. Demasiadas familias se han roto y están sufriendo por esta droga destructiva. Mi administración continuará haciendo todo lo posible para que los narcotraficantes rindan cuentas y para salvar las vidas de los estadounidenses”, indicó Biden.

El mandatario estadounidense también elogió el trabajo de los funcionarios del orden que ejecutaron este arresto, destacando su continuado esfuerzo para que el Cártel de Sinaloa enfrente la justicia.

La captura de estos líderes del Cártel de Sinaloa se enmarca en una serie de operaciones conjuntas entre los gobiernos de México y Estados Unidos para combatir el narcotráfico y el tráfico de fentanilo, una droga que ha causado una crisis de salud pública en Norteamérica. Estas detenciones representan un paso significativo en los esfuerzos por desmantelar una de las organizaciones criminales más poderosas y violentas del mundo.

La colaboración continua entre ambos países es crucial para enfrentar los desafíos de seguridad y salud pública que plantean las drogas sintéticas y el crimen organizado. Con estas acciones, se busca no solo reducir el flujo de drogas ilícitas sino también abordar las raíces del problema y mitigar su impacto en las comunidades de ambos lados de la frontera.