El primer debate presidencial entre la actual vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, y el expresidente Donald Trump, estuvo cargado de momentos tensos, centrados en temas clave como la guerra en Gaza, el conflicto en Ucrania, la inmigración y el aborto. Ambos candidatos se enfrentaron en Filadelfia, donde dejaron clara su visión opuesta en temas de política exterior y derechos civiles.

Uno de los momentos más destacados fue la intervención de Harris sobre la guerra en Gaza, exigiendo un cese inmediato de las hostilidades. “Demasiados inocentes palestinos han sido asesinados. Esta guerra debe acabar. Necesitamos un alto al fuego y liberar a los rehenes”, subrayó la candidata demócrata. Trump, en respuesta, calificó su postura de débil y aseguró que, si Harris llegara a la presidencia, Israel desaparecería en dos años.

El expresidente fue enfático en su crítica a la política exterior de la actual administración, asegurando que la diplomacia de Harris y Biden en Gaza es insuficiente, mientras que él “pondría fin a la guerra en menos de 24 horas”.

Otro punto de choque fue el conflicto en Ucrania. Harris no dudó en afirmar que, de haber dependido de Trump, “Putin ya estaría en Kiev”, acusando al expresidente de ser demasiado complaciente con el líder ruso. Por su parte, Trump respondió que bajo su mandato, la invasión nunca habría ocurrido y que, de ser presidente, podría poner fin a la guerra rápidamente.

Trump avivó la controversia al lanzar acusaciones infundadas sobre los migrantes, afirmando que estos están “robando” trabajos y que en algunas ciudades fronterizas están “comiéndose a las mascotas” de los ciudadanos. Esta afirmación fue rápidamente desmentida por las autoridades locales y los moderadores del debate. Harris, visiblemente atónita, calificó estas declaraciones como parte de la “retórica desgastada y racista” de Trump, subrayando que el país necesita un líder que no siembre el miedo.

El derecho al aborto también fue un tema crucial en el debate. Harris criticó las restricciones que se han impuesto en varios estados desde que el Tribunal Supremo anuló la protección federal en 2022. “El gobierno, y ciertamente Donald Trump, no deberían decirle a una mujer qué hacer con su cuerpo”, sentenció Harris, prometiendo restaurar las protecciones a nivel federal si llega a la presidencia.

Trump, en cambio, defendió la decisión del Supremo y dijo que cree en las excepciones por violación e incesto, pero mantuvo su postura contra el aborto, lo que provocó la intervención de los moderadores al desmentir algunas de sus afirmaciones.

Este primer debate entre Harris y Trump dejó claras las profundas divisiones en temas de política exterior, derechos reproductivos y migración. Con la elección a la vuelta de la esquina, ambos candidatos buscan consolidar su base, mientras tratan de atraer a los votantes indecisos en un panorama político extremadamente polarizado.