La Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) anunció el lunes que ha solicitado órdenes de detención contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, su ministro de Defensa, Yoav Gallant, y tres dirigentes de Hamás por presuntos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad cometidos en Israel y la Franja de Gaza.

La oficina del fiscal Karim Khan indicó que sospecha que Netanyahu, Gallant y los líderes de Hamás Yahya Sinwar, Mohamed Al-Masri e Ismail Haniyeh son penalmente responsables de crímenes cometidos desde el 7 de octubre de 2023, fecha del ataque de Hamás a Israel que desencadenó la reciente guerra en Gaza.

Los líderes israelíes Netanyahu y Gallant son acusados de utilizar el hambre como "método de guerra" contra los civiles en Gaza y de "asesinato intencionado". La Fiscalía sostiene que Israel ha privado sistemáticamente a la población civil de Gaza de objetos indispensables para la supervivencia humana.

Por otro lado, los dirigentes de Hamás, Sinwar, Al-Masri y Haniyeh, están acusados de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, incluyendo el asesinato de cientos de civiles israelíes y la toma de al menos 245 rehenes.

El fiscal Khan destacó que la solicitud de órdenes de detención es resultado de una investigación independiente e imparcial, basada en pruebas recopiladas desde entrevistas con sobrevivientes y testigos, material de video, fotografías y audio autenticado, así como imágenes satelitales.

“Guiados por nuestra obligación de investigar pruebas incriminatorias y exculpatorias por igual, mi Oficina ha trabajado meticulosamente para separar afirmaciones de hechos y presentar sobrias conclusiones basadas en pruebas a la Sala de Cuestiones Preliminares”, explicó Khan.

Israel ha negado las acusaciones de crímenes de guerra, argumentando que sus acciones en Gaza son en respuesta al ataque de Hamás. Por su parte, un alto cargo de Hamás declaró a Reuters que la decisión de la CPI "equipara a la víctima con el verdugo".

La CPI, con sede en La Haya, ha estado investigando las denuncias de crímenes de guerra cometidos desde 2014 en los territorios palestinos ocupados, lo que incluye los eventos recientes en Israel y Gaza.

Esta solicitud de la CPI marca un momento significativo en el esfuerzo internacional por abordar y responsabilizar a los presuntos responsables de crímenes de guerra en uno de los conflictos más prolongados y complejos del mundo.