

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este jueves que el reciente acuerdo de alto al fuego entre Israel y Hamás representa el octavo conflicto que ha logrado resolver durante su gestión, y señaló que su siguiente objetivo será terminar con la guerra entre Rusia y Ucrania.
“Resolvimos siete guerras, o conflictos importantes, pero guerras, y este es la número ocho. Y la que pensé que sería, quizá, la más rápida de todas sería la de Rusia y Ucrania. Aunque creo que eso también va a suceder”, declaró al inicio de una reunión de gabinete en la Casa Blanca.
Trump lamentó que la guerra en Ucrania continúe dejando miles de víctimas cada semana y consideró urgente encontrar una salida pacífica: “Están perdiendo unas 7.000 personas a la semana, principalmente soldados jóvenes. Van a la guerra y los están matando. Y aunque no nos afecta de muchas maneras, ya que tenemos un gran océano de por medio, nadie quiere que eso ocurra”.
El miércoles, el mandatario estadounidense anunció que Israel y Hamás habían aceptado la primera fase de un plan de paz que contempla el cese de hostilidades en Gaza, la liberación de rehenes y un eventual proceso hacia la reconstrucción del enclave palestino. La propuesta, negociada con el respaldo de Qatar, Egipto y Turquía, fue presentada como un éxito diplomático por Trump, quien reiteró su intención de viajar a la región para respaldar personalmente su implementación.
Trump ha sostenido que su administración ha contribuido a resolver siete conflictos internacionales previos: Camboya-Tailandia, Kosovo-Serbia, República Democrática del Congo-Ruanda, Pakistán-India, Israel-Irán, Egipto-Etiopía y Armenia-Azerbaiyán. Ahora suma Gaza como el octavo.
No obstante, diversos analistas internacionales advierten que muchos de estos casos no han culminado en tratados formales de paz y que, en la mayoría, apenas se han logrado pausas temporales o reducciones en la violencia, sin resolver las causas de fondo.
Con miras al anuncio del Premio Nobel de la Paz, que se dará a conocer este viernes, Trump ha intensificado su discurso como pacificador global. En sus declaraciones recientes, ha insistido en que su estilo de negociación directa y su uso de herramientas económicas, como los aranceles, han sido claves para avanzar en la resolución de conflictos y abrir caminos hacia la estabilidad internacional.