

El Congreso de Perú destituyó de forma fulminante a la presidenta Dina Boluarte la noche del jueves, tras declarar su “permanente incapacidad moral” para enfrentar la creciente inseguridad y el auge del crimen organizado en el país. Con 122 votos a favor, el Legislativo cesó de sus funciones a la mandataria, cuya gestión se mantuvo en pie durante casi tres años gracias al respaldo de los mismos partidos de derecha que impulsaron ahora su salida. La vacancia fue ocupada de inmediato por el presidente del Congreso, José Jerí, quien asumió de manera interina la jefatura del Estado.
La caída de Boluarte, primera mujer en ocupar la presidencia del país andino, se concretó tras una jornada de intensas mociones parlamentarias que exigían su remoción inmediata. A lo largo del día se presentaron hasta cuatro iniciativas para destituirla, y pese a que el procedimiento habitual contempla un plazo de entre tres y diez días para realizar la sesión correspondiente, los legisladores decidieron citarla de inmediato, omitiendo los tiempos legales y aprobando su salida con una votación récord.
Boluarte, quien no acudió al Congreso, se despidió horas después mediante un mensaje televisado en el que aceptó su destitución, aunque el pronunciamiento fue interrumpido por los canales que lo transmitían, incluido el estatal. Sin portar la banda presidencial y escoltada por sus ministros, salió del Palacio de Gobierno sin revelar su destino. Su abogado descartó que la exmandataria busque asilo o pretenda salir del país, pese a las múltiples investigaciones fiscales que enfrenta, entre ellas por presunta corrupción y violaciones a derechos humanos durante la represión de protestas.
Con apenas 3 % de aprobación popular según encuestas recientes, Boluarte se consolidó como la presidenta más impopular de América Latina. Su mandato estuvo marcado por la crisis institucional que dejó la destitución de Pedro Castillo en 2022, la represión de manifestaciones, la fragmentación política y una creciente ola de criminalidad.
Al asumir la presidencia interina, José Jerí, abogado de 38 años y actual titular del Congreso, prometió liderar un gobierno de transición, reconciliación y empatía, con la mirada puesta en las elecciones generales programadas para abril de 2026. Jerí, que asumió el liderazgo legislativo en agosto, llega al cargo en medio de una crisis política que ha dejado a Perú con siete presidentes en apenas nueve años, y con un país dividido, desconfiado de sus instituciones y golpeado por la inestabilidad.