

Ante la detección de casos de gusano barrenador en ganado del centro-norte de México, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) activó un operativo sanitario preventivo con el despliegue de especialistas veterinarios y el establecimiento de zonas de vigilancia epidemiológica. La medida, anunciada por el director general de Administración e Informática del organismo, Javier Calderón, forma parte de la estrategia nacional para evitar la propagación de esta plaga de alto impacto zoosanitario.
El foco inicial se localizó en la región centro-norte de Veracruz, donde fueron enviados 20 veterinarios para atender directamente a las unidades ganaderas afectadas o en riesgo. “Llegamos al punto focal con personal especializado que revisa cada unidad productiva. Si se detectan animales con heridas infestadas, se implementan acciones de control inmediato y vigilancia intensiva”, explicó Calderón durante la conferencia matutina encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum.
Como parte del protocolo, también se ha iniciado la liberación de moscas estériles, una técnica biológica altamente efectiva para interrumpir el ciclo reproductivo del gusano barrenador. Según Calderón, hasta el momento no se han identificado casos secundarios, y las autoridades confían en que el brote será contenido en breve.
El gusano barrenador (Cochliomyia hominivorax) representa una amenaza significativa para la ganadería, al causar infecciones severas en animales de producción y poner en riesgo la certificación sanitaria de regiones exportadoras. Por ello, la respuesta inmediata ha sido prioritaria para el gobierno federal, que busca evitar afectaciones económicas y mantener la confianza internacional en los protocolos zoosanitarios de México.
Este operativo se suma a los esfuerzos recientes del gobierno por reforzar la vigilancia sanitaria tras la reapertura de la frontera con Estados Unidos para exportación de ganado, luego de un periodo de restricciones derivadas justamente de esta plaga. La capacidad de respuesta técnica del Senasica, en coordinación con productores locales, es considerada clave para preservar la sanidad del hato nacional y sostener la competitividad del sector ganadero mexicano.
El caso también ilustra el reto permanente que enfrentan las autoridades sanitarias frente al cambio climático, la movilidad del ganado y la resistencia biológica de ciertas plagas. En este escenario, el modelo de vigilancia activa y control biológico vuelve a mostrarse como una herramienta indispensable para garantizar la estabilidad agropecuaria en el país.