

El Tribunal Supremo de Brasil ordenó este martes el inicio del cumplimiento de la sentencia de 27 años de prisión impuesta al expresidente Jair Bolsonaro, condenado por su implicación en un intento de golpe de Estado. La ejecución de la condena se llevará a cabo en las instalaciones de la Policía Federal en Brasilia, donde Bolsonaro se encuentra detenido desde el pasado sábado tras ser arrestado por intentar dañar la tobillera electrónica que debía portar como parte de las medidas cautelares impuestas en su contra.
El máximo tribunal del país tomó la decisión luego de que la defensa del exmandatario renunciara a presentar nuevas apelaciones dentro del plazo legal, lo que permitió declarar firme la sentencia emitida por la Primera Sala de la Corte. La prisión preventiva que inició el sábado, por lo que fue considerado un intento de fuga, ahora se convierte en una condena firme por delitos contra el orden constitucional.
Bolsonaro, líder de la ultraderecha brasileña, había estado bajo arresto domiciliario desde agosto de este año por reiteradas violaciones a las medidas impuestas por el tribunal, y fue finalmente detenido tras usar un artefacto de soldadura para quemar la tobillera electrónica, hecho que su defensa intentó justificar alegando un estado de confusión mental derivado de medicamentos prescritos.
Durante la mañana del martes, el expresidente pidió al Congreso de Brasil que se impulse la votación de un proyecto de amnistía para él y otros condenados por los hechos de golpismo tras las elecciones de 2022. Así lo dio a conocer su hijo, el senador Flávio Bolsonaro, tras visitarlo en las instalaciones de la Policía Federal. Según Flávio, el líder del Partido Liberal (PL) solicitó de manera directa a los presidentes de la Cámara de Diputados, Hugo Motta, y del Senado, Davi Alcolumbre, que lleven el proyecto de amnistía al pleno. El PL, primera minoría en la Cámara y con fuerte presencia en el Senado, sostiene que cuenta con los votos necesarios para su aprobación, aunque hasta el momento la iniciativa no ha sido incluida en la agenda legislativa.
El fallo del Supremo alcanza también a otros altos funcionarios implicados en los hechos: el diputado Alexandre Ramagem, condenado a 16 años de cárcel y actualmente prófugo en Estados Unidos, y Anderson Torres, exministro de Justicia, quien recibió una condena de 24 años.
Mientras tanto, familiares del expresidente han manifestado preocupación por su estado de salud. El concejal Carlos Bolsonaro aseguró que su padre sufre un “trato indigno” y denunció supuestas “torturas” por las condiciones de su detención. Flávio Bolsonaro indicó que Jair Bolsonaro tuvo una crisis de hipo que derivó en broncoaspiración, situación que podría representar un riesgo grave para su salud, dado su historial de cirugías intestinales. Responsabilizó directamente a los jueces del Supremo por cualquier deterioro en su estado físico.
La sentencia firme contra Jair Bolsonaro marca un punto de inflexión en la historia reciente de Brasil, al condenar a un expresidente por atentar contra el orden democrático, y ocurre en un contexto político altamente polarizado donde el futuro del liderazgo de la derecha en el país queda en entredicho.












