

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, hizo un enérgico llamado este domingo al gobierno de Estados Unidos para trabajar de manera conjunta en el combate al tráfico de armas y drogas, y subrayó que la cooperación binacional debe enfocarse también en atender las causas estructurales de las adicciones, no sólo en contener los flujos ilegales a través de la frontera.
Durante su conferencia matutina desde Palacio Nacional, Sheinbaum enfatizó que México ha asumido su responsabilidad en esta lucha, pero insistió en que “solo con corresponsabilidad real y acciones firmes en ambos lados” se podrán alcanzar resultados sostenibles.
“Nosotros hemos hecho lo que nos corresponde. Pero insistimos: debe detenerse el ingreso ilegal de armas desde Estados Unidos hacia México, y al mismo tiempo, atender las causas del consumo de drogas, que son responsabilidad compartida”, señaló la mandataria.
Sheinbaum sostuvo que el nuevo acuerdo de cooperación en seguridad y desarrollo —que su gobierno mantiene en diálogo con la administración estadounidense— incluye una serie de compromisos para profundizar la colaboración en inteligencia, control fronterizo y políticas de salud pública. En este marco, destacó que el enfoque debe superar el paradigma tradicional del combate frontal al narcotráfico para incorporar estrategias de prevención de adicciones y desarrollo comunitario.
“Todo está incorporado en este acuerdo: control de armas, combate al tráfico, pero también la atención integral a las adicciones. No es suficiente hablar de decomisos o detenciones; si no se atiende el consumo en Estados Unidos y sus causas profundas, esta crisis no se va a resolver”, declaró.
La jefa del Ejecutivo federal reiteró que México continuará fortaleciendo sus capacidades institucionales en materia de seguridad, pero también exigió reciprocidad en la implementación de medidas por parte de Washington. “El problema no es solo nuestro. México no produce las armas que matan en nuestra tierra ni tampoco consume la mayoría de las drogas que cruzan por nuestro territorio”, subrayó.
La declaración de Sheinbaum se produce en un contexto de creciente tensión bilateral, en medio de las redadas migratorias impulsadas por el presidente estadounidense Donald Trump, los recientes aranceles anunciados contra productos mexicanos y el endurecimiento del discurso sobre seguridad en la región.
Mientras tanto, su gobierno busca mantener abiertas las vías diplomáticas para avanzar en una agenda de cooperación que no quede reducida al control fronterizo, sino que contemple también temas estructurales como la justicia social, el acceso a la salud y el desarrollo regional. Con este posicionamiento, Sheinbaum marca un tono más firme y directo hacia su homólogo del norte, sin romper con el marco de colaboración, pero dejando claro que la responsabilidad en esta crisis es compartida y no unilateral.